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martes, 30 de septiembre de 2003

El Documental de Medem

Les invitamos a leer este artículo acerca del asediado cineasta vasco Julio Medem, mismo que se ha publicado en La Jornada:

Medem: mi cinta refleja el odio hacia el País Vasco

Vivimos tiempos espantosos de intolerancia, dijo al presentar su obra en Madrid

Armando G. Tejeda | Corresponsal

Después de ser comparado con la documentalista de Adolfo Hitler, Leni Riefensthal, de haber sido acusado de "esbirro" del nacionalismo vasco e, incluso, de "filoetarra", el cineasta vasco Julio Medem presentó hoy en Madrid el documental de la polémica: La pelota vasca. La piel sobre la piedra. Medem explicó que esta obra "polifónica" se basa en dos premisas "éticas": el rechazo a la violencia y la defensa del diálogo político para buscar vías de solución al histórico conflicto que sufre el País Vasco desde hace cuatro décadas.

El artista vasco, también autor de Vacas y Los amantes del círculo polar, vivió en las últimas dos semanas una situación dramática como creador: el documental que exhibió por primera vez en el Festival Internacional de San Sebastián, que concluyó el pasado domingo, fue criticado con virulencia por el gobierno español del derechista José María Aznar; por voceros de su partido, el Partido Popular (PP); por intelectuales cercanos a éste y algunas víctimas de los atentados de ETA. Las críticas, incluida una petición de estudiar la "idoneidad" de su exhibición en el certamen cinematográfico, fueron vertidas y difundidas en los principales medios de comunicación, a pesar de que la mayoría de sus detractores, incluida la ministra de Educación y Cultura española, Pilar del Castillo, quien todavía no había visto el documental.

Sin embargo, La pelota vasca se presentó en San Sebastián, donde además fue recibido con un estruendoso aplauso del público y con elogios casi unánimes de la crítica especializada española. El documental ahonda en las raíces del conflicto vasco con base en las entrevistas personales que realizó el propio Medem a quienes a su juicio son protagonistas, testigos directos o víctimas del conflicto, con la excepción del PP y de algunos intelectuales vascos, como Fernando Savater y Jon Juaristi, que se negaron en todo momento a participar en el trabajo de Medem, quien afirmó que ''algunos no han querido estar precisamente para boicotear la película y luego decir que es sesgada porque ellos no están".

En la presentación del documental en Madrid, de donde han surgido las críticas más furibundas a su obra, el creador vasco defendió sus convicciones, lo mismo como artista que como ciudadano. "No he sido nunca nacionalista, soy de izquierda, pero siempre he creído en la autodeterminación", señaló Medem, quien también se mostró indignado por las acusaciones que ha recibido estos días, sobre todo aquellas en las que se le compara con la documentalista del nazismo alemán, se le atribuye ser un "esbirro de Ibarretxe (presidente del gobierno vasco y nacionalista)" y "proetarra o filoetarra".

En rueda de prensa, el autor de Lucía y el sexo explicó que su obra también es fruto de una "equidistancia, no moral, sino ideológica", al sostener: "No quiero una Euskadi monocolor, ni con el pensamiento único del nacionalismo vasco, pero también debe haber respeto por la mayoría democrática, y si se pide una consulta ciudadana se debe respetar este derecho". En este sentido, Medem destacó que él mismo editó el abundante material recopilado después de más de 100 entrevistas y que, por tanto, no resulta baladí que "la película comience y termine con los testimonios del escritor Bernardo Atxaga, quien primero habló del archipiélago vasco y luego de la ciudad vasca, ideas con las que me siento identificado".

Medem confesó que ante las críticas se sintió en la obligación de aclarar que está "muy cerca de las víctimas y no con los terroristas", pero también de denunciar que el linchamiento que ha sufrido por su trabajo de creador ha sido "muy desproporcionada" y, sobre todo, refleja "lo que cuenta la película": la crispación estructural, la ausencia de diálogo y las raíces del odio que sufre el País Vasco.

Al proclamar su "independencia" para la realización del documental, Medem señaló que "La pelota vasca se sitúa igualmente en el reverso del pensamiento que impone cierto sector, el mismo que luego convierte a quienes discrepamos, como en mi caso, en un parcial e incluso en un radical", lo que a su juicio expone con claridad que "estamos viviendo tiempos espantosos en cuanto a la falta de libertad de expresión y a la manipulación de medios de comunicación desde el poder. Eso lo sabemos todos: que lo peor que tenemos en esta sociedad es esta clase dirigente, y luego los medios de comunicación que la secundan".

 

 

 

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