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viernes, 11 de julio de 2008

La Voz de Euskal Herria

Este artículo ha sido publicado en Gara:




Diez años de un cierre que no consiguió acallar la voz de Euskal Herria

El martes se cumplirán diez años del cierre de "Egin" y Egin Irratia; diez años que no han pasado en vano, y que han sabido cumplir su propio recorrido para mantener vivo el recuerdo de un diario que se convirtió en la diana de un claro ataque contra la libertad de expresión. GARA ha recogido los testimonios de algunas personas que fueron testigos de aquellos duros momentos.

Con motivo del décimo aniversario del cierre de "Egin" y Egin Irratia, ex trabajadores y colaboradores del periódico han organizado un acto conmemorativo que se celebrará mañana a las 19.00 de la tarde en el frontón del polideportivo de Hernani.
Una cita que durante algunos minutos logrará parar los relojes y sumergirse en los momentos que diez años atrás muchas personas vivieron en primera persona y que difícilmente conseguirán borrar de su memoria.

Antes de ese encuentro, GARA ha confeccionado un vídeo que recoge los momentos más significativos del precinto y ha hablado con algunos de los testigos de aquel fatídico día en el que Euskal Herria quedó vetada nuevamente por los ataques del Gobierno español.

Para ello, este diario ha lanzado dos preguntas imprescindibles para conocer de primera mano las sensaciones que se tuvieron durante aquella jornada, y durante los dos lustros que nos han hecho llegar hasta hoy.

1. ¿Cómo recuerda el cierre de "Egin"? ¿Qué impresión le creó? ¿Cómo vivió aquellos días?

2. ¿Cómo valora el recorrido de estos diez últimos años?

Iñaki Zapiain (Director administrativo de "Egin")

1. Fué un 15 de julio de 1998, era miércoles, a las 4.00 o 5.00 de la mañana el sonido del teléfono me despertó y lo descolgué sin imaginarme lo que luego vendría. Al otro lado de la línea un policía (supongo) me dijo que tenía que acudir a las "dependencias de Egin" para estar con el juez Garzón. Mi sorpresa fue mayúscula. Momentos después me encontraba junto al periódico. Estaba amaneciendo pero todavía estaba oscuro. Después de un primer control de la Policía Nacional, vino un segundo. Cuando les expliqué el motivo de mi presencia allí, varias decenas de policías uniformados me escoltaron, entramos a Egin por la rotativa y algunos me acompañaron hasta la redacción.

Esa madrugada detuvieron a los miembros del Consejo de Administración. Yo no sabía absolutamente nada. Cuando llegué a la redacción me encontré con el juez Garzón. Apenas pude hablar con los trabajadores de rotativa y cierre, pero por sus caras de preocupación me fui dando cuenta de la situación. Después de contestar a las preguntas que el juez me hacía, estuve durante tres días de testigo viendo cómo la Policía vaciaba despachos, oficinas, la redacción, montaje y Egin Irratia, llevándose ordenadores, carpetas, papeles, etc...

El primer día estuve sólo pero después un compañero (Tomás Arrizabalaga) estuvo conmigo, siendo también testigo del desmantelamiento del periódico. Cantidad de personas, trabajadores, periodistas se acercaron a Egin, pues la noticia se extendió rápidamente por todos los informativos. Emotivo fue el momento último, cuando cerraron y precintaron las puertas exteriores. En ese momento vinieron a mi mente muchos recuerdos, de personas presentes y ausentes, algunas fallecidas, recuerdos que nunca se olvidarán.

2. Han pasado 10 años desde el cierre de Egin y Egin Irratia, posteriormente cerraron Egunkaria, hecho igualmente muy grave y lamentable para este pueblo. Gracias al esfuerzo de muchas personas han nacido nuevos diarios que de alguna forma evitarán que la información sea privilegio de unos pocos, de aquellos que ostentan el poder económico y político. Para finalizar no me resisto a enviar un mensaje de esperanza con el deseo más ferviente de que no se vuelvan a repetir atropellos semejantes.




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