Un blog desde la diáspora y para la diáspora

lunes, 5 de noviembre de 2012

Vascos Tántricos

Este capítulo se le ha quedado en el tintero a Mark Kurlansky en su "Historia Vasca del Mundo". Cortesía del Diario Vasco les compartimos una entrada más archivo etiquetado "Otra para Arzalluz", lean ustedes:


El irundarra Imanol Bixente cree que el tantra de la India fue exportado desde aquí. Ayer presentó el primer volumen de los cuatro que compondrán la obra 'Euskal Herria, cuna del tantra' 
F. Ibargutxi
El investigador irundarra Imanol Bixente presentó ayer en el centro KM de San Sebastián el primer volumen de la obra 'Euskal Herria, la cuna del tantra', subtitulada 'La odisea genético-migratoria de los vascos'. Sostiene la tesis de que, tras la última desglaciación del Würm (12.000 a.C.), un grupo de vascos atravesaron Gibraltar hacia el Sahara, fueron al Delta del Nilo y, desde allí, sus descendientes pasaron al Próximo Oriente y, más tarde, al Cáucaso. Y también defiende la idea de que fueron los vascos quienes llevaron el tantra (culto a la serpiente) a Pakistán y a la India.
Este primer volumen -de una colección de cuatro- es el resultado de doce años de investigación, y en el mismo el autor realiza varias aportaciones científicas basadas en una nueva y propia técnica de investigación, a la que ha llamado Eusko-Glotocrono-Genética (E.G.G.) y que está basada en la aplicación de la genética migratoria de los vascos a la glotocronología del lingüista norteamericano Morris Swadesh y al grupo Vasco-Dené.
Imanol Bixente ha coincidido -aunque por un camino de investigación totalmente diferente- con las tesis del libro 'Euskal Zibilizazioa' que publicó el catedrático de la UPV Alfonso Martinez Lizarduikoa en 1998. Pero Bixente va más allá y asegura que, desde el Cáucaso, otro grupo de vascos emigraron hacia el Valle del Indo (actual Pakistán), estableciéndose en la ciudad de Mehrgarh situada en la comarca pakistaní de Baluchistán en el 7.000 a.C.
«Antes de nada -nos ha manifestada- quiero decir que el tantra deriva directamente del chamanismo, el cual es la cultura original de la humanidad. Con esa cultura primigenia, el hombre de Cromañón salió de Africa hacia el 70.000 a.C., y emigró ramificándose por toda Eurasia. Luego, mucho más tarde, entraría a América».
El irundarra se ha basado en los estudios de Spencer Wells ('Proyecto Genográfico') desde hace varios años, que han permitido definir las trayectorias que siguieron los diferentes grupos cromañones que se fueron creando con el paso de los milenios a lo ancho y largo de todo el planeta.
En el libro, Bixente ha descrito, siguiendo siempre a Wells, la trayectoria seguida por los cromañones que llegaron a Europa en el 40.000 a.C., los cuales traían el haplogrupo genético R1b. A dicha trayectoria la ha bautizado en el nuevo libro con el término 'Tronco Vasco-Africano'.
«Hoy en día, la etnia -a nivel mundial- que posee esta mutación en mayor grado son los vascos (96%). Por eso, en mi libro he llamado mutación vasca a la R1b. Toda Europa tiene este haplogrupo genético R1b en mayor o menor grado», prosigue el irundarra.
Aquellos cromañones traían a Europa la cultura auriñaciense y se encontraron con que el Viejo Continente estaba habitado por el hombre de Neanderthal, y fueron poblando toda Europa poco a poco.
Hacia el 27.000 a.C., llegó a Europa otro grupo humano (no vasco) desde Montenegro. Eran los del haplogrupo I1a, quienes traían la cultura gravetiense (culto a las Venus). Esta cultura era más avanzada que la vasco-auriñaciense, pues traían herramientas, utensilios y armas de caza más sofisticadas. Los vascos hicieron suyos todos esos adelantos.
Bixente cree que, al absorber el chamanismo gravetiense matriarcal (culto a la Venus o Madre Suprema), los vascos mantuvieron también sus cultos chamánicos auriñacienses anteriores (culto a las divinidades animales), creándose una mezcla de chamanismos (animista y matriarcal) que se puede reconocer en el tantra de la India, «pues he encontrado varias piezas (arte mobiliario), además de grabados, en cuevas de Francia y pirenaicas, con simbolismos claramente tántricos. Esas figuras son del inicio del Magdaleniense (17.000 a.C.). El hecho es que tengo pruebas que demuestran que el tantra se creó en Europa».



°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario