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lunes, 18 de marzo de 2013

Cronopiando | Soldadito Español


Como es debido, no podía faltar el comentario de nuestro amigo Koldo con respecto al sorprendente descubrimiento de que los miembros de las instituciones armadas del estado español les da por torturar:

Soldadito español
Koldo Campos Sagaseta
“Y en el día de su cumpleaños, para María Esther que nos estará escuchando en Pamplona vamos a radiar el porompompero de Manolo Escobar”.
Antes había sonado Torrebruno, también Jaime Morey, José Guardiola, Conchita Bautista y después vendría uno de esos pasodobles que nunca faltaban en la radio de nuestra infancia: “Soldadito español”.
¿Lo recuerdan? Pues voy a tener el mal gusto de avivar su memoria: “Soldadito español, soldadito valiente, el orgullo del sol es besarte la frente. La victoria fue tuya porque así lo esperaba, cuando muerta de pena a la Virgen rezaba tu novia morena, tu novia morena, tu novia morena”.
Lo recordé ahora que se filtran las imágenes de un grupo de valientes soldaditos españoles pateando a dos indefensos presos iraquíes en la región en la que instauraban la democracia y la libertad.
Uno de los valientes soldaditos lo grabó y ese souvenir que le llevó de vuelta a casa a su tres veces novia y morena, hoy escandaliza a los medios de comunicación que, al parecer, todavía siguen escuchando y, lo que es peor, cantando, aquel viejo pasodoble.
Hasta el propio Ministerio de Defensa se ha decidido a investigar si esas “fechorías” son ciertas y, suponiendo que lo sean, quienes fueron los autores de esas travesuras.
No va a ser fácil después de tantos años y de tanta impunidad pero, sólo por evitarles trabajo en ese ministerio, les animo a que centren sus indagaciones entre los soldados que fueron ascendidos a oficiales, entre los condecorados por méritos de guerra, entre los que hoy sirven a ese ministerio como asesores y se ocupan de formar a las tantas policías existentes.
“Al sonar de los tambores y al compás del tararí, no hay un hombre que se precie que no sienta un algo aquí”, comenzaba diciendo el pasadoble.
Y sí, es verdad… asco.


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