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sábado, 14 de noviembre de 2015

Acciones del Estado Obámico en París

Les compartimos el reportaje que han publicado en Gara con respecto a los hechos acaecidos en París, hechos que ya tienen autoría:

Tres grupos de asalto provocaron las 129 muertes en nombre del ISIS
París llora a sus muertos (129 a la hora de cerrar esta información) y el presidente francés se declara «en guerra» tras los ataques indiscriminados reivindicados por el Estado Islámico. No habrá manifestaciones al menos hasta el jueves, en un contexto de confusión en el que ni siquiera hay certeza de si algunos asaltantes están huidos.
La matanza de la noche del viernes en París fue perpetrada en nombre del Estado Islámico por tres grupos de asaltantes cuya identidad se investiga. El balance anoche era de 129 muertos, pero posiblemente subirá dado que hay más de 350 heridos, muchos de ellos muy graves (99 se definen como «en estado crítico»). Se trata de personas de todas las edades, condición y procedencias que fueron abatidas sobre todo en la sala de fiestas Bataclan (cerca de un centenar) y en diversos restaurantes.

Todo ocurrió muy cerca, en un radio de apenas un kilómetro, a excepción de las tres explosiones en los exteriores del Stade de France. Allí se evitó una tragedia mucho mayor, dado que uno de los atacantes intentó entrar al estadio (tenía entrada) pero fue visto como sospechoso y expulsado por los servicios de seguridad, según relató uno de los guardas a ‘‘The Wall Street Journal’’. El hombre hizo estallar su carga finalmente en uno de los túneles de entrada y falleció, al igual que hicieron otros dos yihadistas en las inmediaciones. En el interior del estadio había 80.000 personas viendo el Francia-Alemania de fútbol.

Este era uno de los tres grupos de atacantes, según detalló anoche el fiscal de París, François Molins. El segundo estaba formado por las tres personas (al principio se habló de cuatro) que provocaron la enorme matanza del Bataclan, donde acabaron haciéndose estallar. Fallecieron allí al menos 89 personas, bien tiroteadas o bien por efecto de las explosiones.

El tercer grupo sería por tanto el que atacó varios restaurantes en calles cercanas, con un balance provisional de 39 víctimas mortales.

En la reivindicación hecha en internet por el Estado Islámico se atribuye la acción a «ocho hermanos», de los que se dice que «atacaron objetivos seleccionados con precisión en el corazón de la capital francesa». El fiscal apuntó a siete yihadistas.

¿Quiénes eran?

Por el momento, se afirma haber identificado a un francés de 29 años al que se califica de «delincuente común», con al menos cinco detenciones anteriores. Y se investiga un pasaporte de nacionalidad siria hallado junto al estadio de fútbol. El Gobierno griego confirmó que una persona había pasado a Europa con esta documentación, aunque se desconoce si era suya y si el refugiado que lo usaba entonces es la misma persona que acabó atentando en París. También se encontró en la zona otro pasaporte egipcio.

De lo que no hay duda alguna es de la autoría. Antes de que fuera reivindicado expresamente por el Estado Islámico, el presidente francés, Francois Hollande, ya mostró su convicción al respecto en una alocución matinal. En el Estado francés nadie parece demasiado sorprendido por los ataques, si acaso por su virulencia, lo que obviamente no evita la enorme conmoción provocada.

No obstante, no habrá grandes manifestaciones en París al menos hasta el jueves. La Policía lo ha ordenado apelando a «la gravedad de la amenaza» y subrayando que «las reuniones de personas en la vía pública suponen un objetivo potencial para actos de naturaleza terrorista». De hecho, el Ayuntamiento de París cerró ayer sábado todos los edificios y servicios públicos y solo mantuvo servicios de guardia para eventos como bodas. Otro tanto ha hecho en Ministerio de Cultura con los museos. Y se ha cancelado igualmente la actividad deportiva el fin de semana en París y área limítrofe.

Valls mentaliza de «réplicas»

El Gobierno francés no descarta siquiera el toque de queda si la situación se reprodujera. Todo ello dibuja un panorama «de guerra», expresión utilizada por Hollande. Anoche, el primer ministro, Manuel Valls, salió a la palestra para mentalizar a la población de que «Francia puede esperar nuevas réplicas» de estos atentados.

Las únicas muestras de recuerdo a las víctimas fueron, por tanto, improvisadas y sin concentrar a grandes masas de gente. La necesidad de preservar la seguridad impera.

En estos primeros momentos marcados por el caos ni siquiera parece claro si alguno de los atacantes logró huir, lo que incrementa la sicosis. Repuntó ayer a primera hora de la tarde tras conocerse el accidente de un convoy de alta velocidad en periodo de pruebas en Alsacia, que se cobró diez vidas. Tras sopesarse todas las hipótesis, al final se confirmó que había sido debido únicamente a un exceso de velocidad.

La conmoción se hace extensiva a toda Europa, tanto por la posibilidad de atentados en otras zonas como por las sospechas sobre las vinculaciones de estos yihadistas con otros países. Así, se han producido tres detenciones en Bruselas que podrían tener relación con uno de los coches utilizados por los atacantes de París. Y se investiga igualmente si había algún nexo con otra persona que ha sido detenida en Baviera (Alemania).





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