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jueves, 10 de diciembre de 2015

Urkullu Represivo y Ridículo

Lo de Iñigo Urkullu no tiene remedio, hace mucho que el virrey de la CAV ha perdido todo viso de conexión con la realidad que le rodea.

Solo a un tipo de pocas luces y a sueldo se le puede ocurrir exigir que se retire una banderol a favor de la repatriación de los presos políticos en una ceremonia para entregar un premio a la defensa de los derechos humanos dentro del marco de la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.

O sea, lleva a cabo un rídculo acto de represión en el día en el que por lo menos las formas hay que guardar.

Claro, en La Zarzuela van a apludir su patético gesto, mismo que él considerará una acto heroico de su parte.

A nosotros no se nos olvida que el asunto de la estrategia represiva en contra de los presos políticos vascos conocido como la "dispersión" tiene paternidad jeltzale. O sea, el pobre mojado no puede entender que gestiona para la corona española a 3/7 partes de un pueblo con memoria, un pueblo que recuerda muy bien quienes han sido lo que han violentado sus más básicos derechos... y quienes han colaborado con ellos.

Ya entrando en el plano de lo irrisorio, no podemos darle punto final a esta publicación sin mencionar que muchos de los que Urkullu no considera presos políticos -a lo largo de la historia reciente de Euskal Herria- de hecho lucharon en contra ese mismo franquismo del que él ha dicho que está en contra de la impunidad.

Así que o un de dos, o Urkullu es tonto tonto tonto... o sufre de síndrome de múltipe personalidad.

Aquí la nota acerca del evento publicada en Naiz:


La plataforma para la querella contra los crímenes del franquismo recibe el premio René Cassin

«Es un mensaje democrático frente la impunidad», ha remarcado el lehendakari Iñigo Urkullu, quien ha reclamado a uno de los asistentes que guardara la banderola por la repatriación de los presos que portaba durante el acto.
La Plataforma vasca para la querella contra los crímenes del franquismo ha sido galardonada este jueves, Día Internacional de los Derechos Humanos, con el premio René Cassin, que concede cada año el Gobierno de Lakua.

En el acto de entrega, el lehendakari ha expresado su «oposición a la impunidad» de los crímenes del franquismo, que «produjeron una injusticia histórica y política sobre el conjunto de la sociedad sometida a un régimen de represión y falta de libertades».

Iñigo Urkullu ha manifestado su apoyo a la jurisdicción universal, en referencia a la causa abierta por la juez argentina María Servini, que instruye el caso por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura franquista, con la que ya ha imputado a una veintena de personas, entre ellas a ocho exministros, exjueces y antiguos policías españoles.

El lehendakari ha defendido la necesidad de «reparar la injusticia» y ha destacado que «en el Estado en torno a 200.000 personas fueron asesinadas mediante ajusticiamientos, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas, mientras que en Euskadi la cifra de víctimas se sitúa en torno a las 9.800. No hablamos de hechos aislados sino de crímenes de lesa humanidad. Este premio es un mensaje ético del reconocimiento de la injusticia padecida por las víctimas».

Banderola por los presos

Anteriormente, Urkullu había interrumpido la intervención de Maixabel Lasa para levantarse y reclamar a uno de los invitados que estaba sentado unas filas detrás suyo que guardara la banderola por la repatriación de los presos que había desplegado poco antes. Tras un breve diálogo con el lehendakari, esta persona, que ha permanecido sentada en todo momento, ha doblado la banderola y se la ha vuelto a guardar.  



Aquí el bochornoso momento protagonizado por Iñigo Urkullu interrumpiendo groseramente a la oradora en un video publicado por Europa Press:


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Urkullu se encara por una pancarta de apoyo a presos de ETA

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha interrumpido la entrega del Premio René Cassin 2015 a la Plataforma Vasca para la Querella Contra los Crímenes del Franquismo para afear a uno de los asistentes al acto que desplegara una pancarta en apoyo a los presos de ETA, que finalmente ha retirado.




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